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· 2010
Quinto Horacio Flaco (65 a. C. - 8 a. C.) es uno de los más relevantes e influyentes autores de la Antigüedad. Estudió en Roma y en Atenas, donde entró en contacto con el epicureísmo. Su poesía, reflexiva, alcanza una extraordinaria perfección formal y plenitud que constituyen la esencia de lo clásico. Las Sátiras están formadas por dos libros, publicados en los años 35/34 a. C. y 30 a. C. respectivamente, que constituyen un retrato crítico, a la par que humano, de la sociedad del tiempo de Horacio así como una reflexión sobre el origen, el papel y los límites del género satírico. Quince sátiras de costumbres (sobre el infortunio, la envidia, la avaricia, las pasiones, la superstición o el olvido del justo medio) y tres sátiras literarias (sobre la parrhesía y la prioridad de la calidad sobre la cantidad en poesía) que han pervivido a lo largo de la historia y que hacen de su autor «uno de los grandes modelos de las modernas literaturas europeas». «Junto con Virgilio y con Ovidio, Horacio forma la tríada de los grandes poetas augústeos, que es también la los grandes poetas latinos de la Antigüedad. Horacio fue para la literatura europea medieval y moderna un modelo indiscutido en la lírica, la sátira y la teoría poética». José Luis Moralejo
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· 2011
Quinto Horacio Flaco (65 a. C. - 8 a. C.) es uno de los más relevantes e influyentes autores de la Antigüedad. Estudió en Roma y en Atenas, donde entró en contacto con el epicureísmo. Su poesía, reflexiva, alcanza una extraordinaria perfección formal y plenitud que constituyen la esencia de lo clásico. La colección de diecisiete poemas breves que conforman sus Epodos toma como referencia la poesía griega de Arquíloco, escrita en yambos, de tono ácido y plagada de invectivas contra sus contemporáneos, pero Horacio va mucho más allá y nos ofrece innovaciones tanto rítmicas como temáticas. Además de ingeniosas críticas y ataques a personajes de su tiempo, Horacio muestra una habilidad asombrosa para desarrollar los asuntos más variados y conferirles el tono justo: desde la simple anécdota graciosa hasta la más bella exaltación del amor, sin olvidar las composiciones eróticas, los cantos patrióticos o el famoso epodo que popularizó el tópico del beatus ille en la lírica occidental.