· 2016
Social spending is a powerful tool to reduce poverty, achieve higher equality and better life conditions for the inhabitants of a country. In "Social Expenditure in Central America, Panama and the Dominican Republic: 2007-2013", a characterization of the different variables that have taken social expenditure to its current position is performed. During the economic crisis period, many governments of the region confront this situation with an increase in social expenditures. However, part of the increase was centered on inflexible items, particularly wages, which facilitated the increase in fiscal deficits and, consequently, on public debt. Thus, after the financial crisis, the fiscal situation has reduced governments' buffers to respond to economic shocks, which imply that we need to examine the fiscal policy given its rigidity, the scarcity of public resources and the institutional contract. The study of wage bill increases provides more information related to the causes of this dynamic, and allow us to offer recommendations to improve spending management without threatening public finances. A better use of resources could contribute to define a more efficient and equitable agenda for the countries in the region. Finally, something that was not deeply explored, as of today, is the institutional complexity and how this could facilitate, or hinder, the government's ability to express its fiscal policy, including the effectiveness in the use of public resources.
· 2016
El gasto social es un poderoso instrumento para reducir la pobreza, lograr una mayor equidad y mejorar las condiciones de vida de los habitantes de un país. En "Una mirada al gasto social en Centroamérica, Panamá y República Dominicana: 2007-2013", se hace una caracterización sobre diferentes variables que han llevado al gasto social regional a su nivel actual. Durante el período de crisis económica, muchos de los gobiernos de la región enfrentaron la misma con un aumento de gasto social. Sin embargo, parte del crecimiento se centró en partidas inflexibles, particularmente remuneraciones, lo que ha conllevado a un incremento del déficit fiscal y, consecuentemente, de la deuda pública. Es así como luego de la crisis financiera, el debilitamiento fiscal ha mermado la capacidad de los gobiernos para responder a choques económicos, lo cual implica tener que examinar la política fiscal debido a la mayor rigidez del presupuesto, el uso de recursos públicos escasos y el contrato institucional. Al estudiar el aumento de la masa salarial, se pueden entender mejor las causas que llevaron a esta dinámica para ofrecer recomendaciones de política y mejorar el manejo de gastos sin atentar contra la salud de las finanzas públicas. La mejora en el uso de los recursos, permitiría contribuir a definir la agenda social de los países de manera más eficiente y equitativa. Finalmente, un aspecto hasta ahora poco explorado en el manejo del gasto público, es la complejidad de la institucionalidad y cómo esta podría facilitar o dificultar la habilidad de un Gobierno para plasmar su visión en la política fiscal, incluyendo la efectividad en el uso de los recursos públicos.
El estudio tiene como objetivo analizar el estado actual del ecosistema financiero de Costa Rica, tanto desde la industria tradicional hasta la irrupción de nuevos modelos de negocio provenientes de las startups FinTech, así como identificar los principales retos a los que se enfrenta el ecosistema y las fortalezas y oportunidades que deben aprovecharse para que el país se suba a la ola de innovación financiera. Este análisis constituye la primera iniciativa dirigida a mapear y analizar el sector FinTech en Costa Rica, con el cual el BID espera contribuir a la discusión sobre su rol y la importancia de la transformación digital del sistema financiero tradicional para lograr una mayor inclusión financiera.
Costa Rica ha tenido un desarrollo económico, social e institucional relativamente exitoso para la región latinoamericana, que le ha permitido alcanzar altos índices de bienestar para su población. Si bien su modelo de desarrollo ha tenido resultados positivos, es momento para afinar algunos aspectos que permitan cerrar las brechas en términos de inclusión social y productividad. Persisten retos estructurales que han limitado la productividad y retrasado su convergencia hacia países de mayores ingresos, al tiempo que han incidido en un estancamiento de la pobreza y un aumento de la desigualdad. El desbalance fiscal ha limitado la inversión para el cierre de las principales brechas de desarrollo. La calidad y resiliencia de la infraestructura han afectado la competitividad del sector privado, mientras que, en términos productivos, se observan escasos encadenamientos de las empresas multinacionales a las locales. El capital humano, un activo del país, enfrenta retos en la calidad y pertinencia de la educación, particularmente en secundaria, dificultando el aprovechamiento de oportunidades productivas de mayor calidad. Estos resultados apuntan a la necesidad de replantear y/o perfeccionar el modelo de desarrollo del país, con miras a lograr un crecimiento más inclusivo y sostenible. Los desafíos identificados deben ser abordadas de manera conjunta e integral, tomando en cuenta la atención de retos transversales como el cambio climático, la mejora en la innovación y la reducción de las brechas de género, así como el potencial de la innovación y la tecnología.